Gabinete Psicología: Lola CIDONCHA

Una de mis lectoras, Georgina, me ha pedido, a través de facebook, que escribiera algo sobre "como superar no ser correspondida en el amor y como quitárselo de la cabeza". Entiendo que se refiere a alguien con quien no se ha tenido una relación de larga duración, sino se trataría de una ruptura. Veamos que podemos hacer. Este tema creo que no tiene demasiado misterio de "superación", consiste simplemente en aceptar la realidad tal y como es. Y más vale que lo hagamos porque las cosas no van a ser de otra forma. A nadie se nos plantearía el problema de como superar el que no te toque la lotería y como olvidar que no te toca. Y esto, puede llegar a ser tan deseable, o aún más, que ser correspondido/a por la persona que crees que amas. Simplemente, se acepta que no te ha tocado la lotería y ya está. Entonces...¿cuál es la diferencia? ¿Por qué una cosa la aceptamos tal cual y la otra cuesta a veces tanto? Una de las claves es que personalizamos en nosotros esta falta

Ya hemos visto que sientes según piensas. Cuando nos sentimos deprimidos y ansiosos siempre subyace un pensamiento ilógico o que contiene distorsiones cognitivas (esto es, distorsiones del pensamiento a la hora de procesar la información). Si distorsionas lo que piensas sobre la realidad, y esto se hace generalmente de forma negativa, no es raro que las emociones que sintamos sean negativas. No es raro, por tanto que nos sintamos mal. Pero... ¿en que consisten esas distorsiones? Veámoslas: Pensamiento todo o nada . Pensamos en categorías extremas. Las cosas son blancas o negras, obviamos toda la gama de grises que se presentan en la realidad. La vida raramente es blanca o negra. Los absolutos no existen en este universo. Si limpias el suelo de una habitación, ¿se queda perfectamente limpio? ¿No hay algún punto en el que pueda haber polvo? ¿o solo está parcialmente limpio?. El pensamiento todo o nada es la base del perfeccionismo. Si cometemos un pequeño error, y pensamos que por ello s

Generalmente creemos que cuando nos sentimos mal o bien, esa sensación o sentimiento nos llega por arte de magia o que viene determinada por la realidad que nos rodea y se nos impone. Creemos que si nos pasa algo bueno nos sentimos bien, y si nos pasa algo malo entonces no queda más remedio que sentirnos mal. Por lo tanto, al pensar que es algo externo tenemos poco control sobre ello y ninguna posibilidad de cambiarlo. Esto es un error. La realidad externa no determina nuestro estado de ánimo, es, lo que pensamos sobre ella, lo que determina el estado de ánimo para enfrentar la realidad. La realidad no la puedes cambiar, lo que piensas sobre ella sí. Muchos pensareis: "Eso no es verdad, yo me siento mal y no estoy pensando nada". Pues sencillamente no puede ser. Primero porque siempre estamos pensando algo aunque no seamos consciente de ello y segundo porque es imposible tener una emoción si no ha cruzado ningún pensamiento por la mente. Lo que ocurre en la mayoría de las s

Bueno, aunque lo parezca leyendo el título, no vamos a hablar de color de pelo ni de tintes, sino de como son las mujeres que prefieren los hombres. Estamos acostumbradas a ver prototipos de mujer que aparecen en televisión: unas buenas buenísimas, en la telenovelas, a las que acontecen miles y miles de desgracias, mujeres abnegadas, sufridas, timoratas y enamoradas, que después de aguantar todo lo que les hecha la telenovela encima, accidentes, pérdidas de embarazo, cuernos del novio, envenenamiento de la supuesta suegra, ser madre soltera, secuestro del hijo al nacer, etc... al final, consigue tener al lado el hombre de su vida. otras, mujeres estupendas, en las series americanas, con cuerpazo 10, vestidas con un estilo super, operadas y pendientes de su físico, cuyo único tema de conversación con sus amigas, cortadas por el mismo patrón, es como pescar a un hombre, a ser posible guapo y buen partido. Pues estas chicas se esmeran en la caza, y boom, al final de la peli se acaban cas

Sabemos que no es fácil, sobre todo si llevas toda tu vida dependiendo de otros: padres, amigos, esposos/as, etc.(entradas del 27 y 28 de Marzo). Si eres muy mayor posiblemente esto forme parte de tu estructura de personalidad, pero no desesperes, si estableces un programa con algunas estrategias y de forma persistente puedes conseguirlo o mejorar notablemente. Pequeñas estrategias para vencer la dependencia. Escribe tu propia declaración de independencia, hecha por ti y para ti. Déjate claro que quieres ser independiente de las manipulaciones de los demás. Habla con las personas de las que te sientes psicológicamente dependiente y hazles saber como te sientes cuando haces las cosas por obligación. Establece tiempos cortos (en un principio) para interactuar con gente dominante. Prueba con una sola frase: "lo siento, pero yo no quiero hacerlo" (por ejemplo). Si te sientes dependiente de tu pareja, después de dejarle claro como te sientes, pacta con ella una señal para hacé

En anteriores entradas hemos visto características de la persona dependiente estándar, sin embargo existe un tipo de dependencia dominante o ambivalente que es más atípica. Esta forma de dependencia es más común en hombres mientras que la estándar es más común en mujeres. La dependencia dominante se caracteriza porque en lugar de tener actitudes de sumisión con la pareja, se tiene una actitud dominante, pero a la vez se siente dependencia por ella. Simultáneamente a la dependencia afectiva, se da un sentimiento de hostilidad. Simultanear estos sentimientos positivos y negativos recibe el nombre de ambivalencia. Si bien es cierto que poseen una autoestima que parece algo más elevada que la de las personas dependientes estándar, esta no es una autoestima real o auténtica. Ninguna autoestima "real" se alimenta de dominar y mucho menos de vejar a otro. La persona segura y con buena autoestima obvia la comparación con el de enfrente. ¿Cómo se comporta el dependiente dominante? Es