LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Y LOS MALOS TRATOS

En la entrada "La dependencia emocional... o... lo que tú quieras cariño!" hemos visto en que consiste la dependencia emocional y como son las relaciones interpersonales de un dependiente, pero...¿ como es su autoestima? y... ¿su estado de ánimo?, ¿como son las parejas que eligen para relacionarse?

La autoestima de un dependiente emocional, como cabe esperar, es pésima y su autoconcepto también. No echan en falta el respeto y el cariño de su pareja, porque no lo sienten por sí mismos, ni lo han recibido a través de sus personas significativas en la infancia, con lo cual no conocen lo que es quererse y respetarse a uno mismo. Esta falta de autoestima es lo que fundamenta su miedo a la soledad. Como no se quieren ni se valoran, estar con ellos mismos les resulta insoportable. Y corren a buscar en la persona de la que dependen, lo que no tienen ni ven en sí mismos, alguien a quien admirar, valorar y cuidar.

El estado emocional del dependiente esta lleno de tristeza, preocupación e infelicidad. Tienen rumiaciones constantes sobre la posibilidad de disolución de la relación, el abandono, el futuro de la relación, el miedo a quedarse solo, etc. En muchos casos suelen existir cuadros depresivos y de ansiedad.

¿Qué tipo de pareja eligen?
  • Personas que reunen condiciones para ser   admiradas: poseen un alto concepto de sí mismos y mejor autoestima que la persona dependiente.
  • Manipuladoras y a veces narcisistas: Creen que tienen derechos por encima de los otros, carecen de empatía y verdadero afecto por los demás.
  • Buscan tener una posición dominante en la pareja.
  • Saben que el dependiente no ensombrece su imagen, al contrario la engrandece con su admiración, y minimiza sus defectos y las humillaciones a las que le someten.
Estos dependientes, llamémoles estándar, son proclives a sufrir malos tratos en la pareja,  psicológicos e incluso a veces físicos y sexuales. Cosa poco extraña teniendo en cuenta las características del tipo de pareja que eligen y que carecen de afecto y respeto por si mismos.
Además, muchas de las parejas que seleccionan con los rasgos anteriormente descritos son también dependientes, aunque no dependientes estandar, sino dependientes dominantes. En estos casos, se produce una interdependencia y resulta muy difícil poner fin a la relación.

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