La necesidad de aprobación.

Nuestra cultura fomenta la necesidad de aprobación por parte de los demás. Y en muchos casos, la manera en que hemos sido educados, hace incapié en ese fomento cultural. No es nada sorprendente, pues, que descubras que le das demasiada importancia a lo que piensan los demás sobre tí.

Sin embargo, jamás podrás complacer a todos. Por lo menos la mitad de la gente que compone tu mundo va a estar en desacuerdo con al menos la mitad de las cosas que digas. Caer por esto en la desesperación, por tanto, no tiene mucho sentido. Si nunca podemos complacer a todos... ¿tenemos que estar permanentemente preocupados por esto?

Cuando alguien no esté de acuerdo con algo que tú dices, en vez de sentirte herido piensa que te has encontrado con una de las personas que están dentro del 50% que no está de acuerdo contigo.

Saber que, digas lo que digas, o pienses lo que pienses, o hagas lo que hagas, habrá alguien que no esté de acuerdo contigo, es la mejor manera de salirse del túnel de la desesperación. Cuando seas consciente de la posibilidad de crítica y la esperes, no te sentirás inclinado a ofenderte por ello, y simultáneamente dejarás de considerar que el rechazo de un pensamiento o sentimiento tuyo implica el rechazo a tu persona.

No puedes evitar la desaprobación de la gente por más que quieras. Por cada opinión que puedas tener, habrá siempre alguien que tenga exactamente la opinión opuesta a la tuya.
Esto no significa en ningún momento que estén atentando contra tu persona, ni que tengan más razón que tu, solo que tiene una opinión distinta. Ya se sabe, para gustos los colores, hay tantas maneras de pensar o sentir como individualidades en el mundo, pero eso no significa que necesariamente, tú estés equivocado.

¿Como puedes detectar que estás buscando la aprobación de los demás?

Se puede observar en los comportamientos de autocapitulación, entre los que pueden estar los siguientes:
  • Cambiar de postura o de forma de pensar porque alguien da muestras de desaprobación.
  • Suavizar un comentario o declaración para evitar reacciones de desagrado.
  • Adular a tu interlocutor para que te quiera.
  • Sentirte angustiado o deprimido cuando alguien no esta de acuerdo contigo.
  • Sentirte humillado o insultado cuando alguien declara una opinión distinta a la tuya.
  • Decir que la otra persona es una engreida.
  • Ser excesivamente adulador aunque estés en desacuerdo con lo que la persona dice.
  • Hacer cosas para la otra persona y sentir resentimiento porque no te atreviste a decirle que "no".
  • Comprar cosas que no quieres o no necesitas para no desagradar al vendedor.
  • Pedir permiso, para hacer o comprar algo, a una persona significativa en tu vida porque temes su desagrado.
  • Pedir excusas continuamente (los excesivos "lo siento" y "perdón") que están destinados a hacer que los demás te perdonen y te aprueben constantemente.
  • Tratar de impresionar a los demás con tus conocimientos de algo que ignoras "pretendiendo" saberlo.
  • Solicitando el halago de una manera indirecta esperando la aprobación de la gente y sintiéndote mal cuando no lo consigues. 
  • Sentirte infeliz porque alguien que tú aprecias tiene una opinión contraria a la tuya y te la expresa.
Podríamos seguir citando numerosas situaciones iguales o parecidas. La búsqueda de la aprobación es observable en todas las culturas. No obstante, solo es reprochable cuando se convierte en una necesidad, lo que equivale a colocar la responsabilidad de como te sientes en manos de otros cuya aprobación buscas.



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